POR JOSÉ VICENTE BOLTA, DIRECTOR DEL PERIÓDICO CANFALI MARINA ALTA
Con la llegada del fin de año, muchas personas hacen balance de su vida durante los doce meses anteriores o se marcan propósitos para el año nuevo. En la mayoría de casos, las metas se abandonan enseguida. Una parte de la población lo pasa mal durante estas fechas al agravarse los problemas de soledad o incomunicación. La psicóloga Ana Isabel García-Izquierdo Peribáñez contesta a las dudas que se plantean sobre estas cuestiones.
Ana Isabel García-Izquierdo Peribáñez estudió psicología en París, en la Universidad París Descartes. Posteriormente, se especializó en psicología clínica y psicopatología en la misma universidad y obtuvo el título de psicoterapeuta de la Agence Régionale de Santé de Ile de France (Agencia regional de salud de la Isla de Francia). En París trabajó en varias unidades psiquiátricas de hospitales muy reconocidos en Francia, como el Hospital Pitié-Salpêtrière, el Hospital Paul Guiraud, Los Hospitales de Saint-Maurice y el Hospital Maison Blanche. Y, fuera del ámbito hospitalario, trabajó también en una empresa internacional de asistencia sanitaria, como encargada de los servicios de psicología en los departamentos nacional e internacional. Luego regresó a Dénia para abrir una consulta de psicología y estar cerca de los suyos.
PREGUNTA: ¿Es positivo plantearse propósitos para el año nuevo o es un autoengaño?
RESPUESTA: El hecho de plantearse propósitos para el año nuevo es algo positivo, puesto que es una forma de marcarse objetivos para progresar en algún aspecto de nuestra vida. Lo que sí es importante es que estos objetivos que nos planteemos sean realistas, porque si nos fijamos metas que son demasiado exigentes o muy difíciles de alcanzar, es altamente probable que no las alcancemos y que, en consecuencia, nos sintamos frustrados y decepcionados con nosotros mismos. De modo que, es fundamental que tomemos en cuenta la factibilidad de los objetivos que nos fijamos en el momento de planteárnoslos para que nos resulte posible alcanzarlos.
P: ¿Y hacer balance del año que acaba?
R: Está bien, siempre y cuando lo hagamos de forma constructiva. Hacer retrospectiva de nuestra evolución en el aspecto que sea es positivo, pues nos permite tomar consciencia de nuestros progresos y sentirnos orgullosos por eso; así como identificar aquellos aspectos en los que no estamos en el punto que desearíamos, permitiéndonos trazar objetivos (propósitos) para seguir creciendo o mejorar en ello.
P: ¿Hay más sentimientos de soledad y de desapego por Navidad y fin de año?
R: Bueno, es una época que se presta para experimentar este tipo de emociones. El principal motivo es la creencia arraigada en la sociedad de que “la Navidad y el fin de año son momentos que debemos pasar en familia, con amigos y en los que debemos estar felices”; y si nuestra realidad no coincide con esto, tendemos a sentirnos mal con nosotros mismos (soledad, desapego, culpabilidad por ello, tristeza, etc.).
P: ¿Qué recomendaciones harías?
R: Lo que digo siempre, que cuidemos nuestros pensamientos y hagamos el esfuerzo de tratar de ver cada situación con la mayor objetividad posible, para evitar caer en un sufrimiento irracional. La Navidad, independientemente del aspecto religioso, o el fin de año son festividades como otras muchas, que no siempre podremos pasar como desearíamos y esto es algo que debemos aceptar, pues luchar en contra de la realidad que no podemos cambiar solo nos produce frustración y agotamiento. El hecho de que estos días los pasemos solos por las circunstancias que sean, en “petit comité” o el hecho de que no estemos en nuestro mejor momento emocional, no debería generarnos sufrimiento. Si sufrimos es por el significado que le atribuimos a esto. Pasar estos días solos o con poca compañía no es el indicador de que seamos personas solitarias. De todos modos, aunque realmente fuéramos personas solitarias, el problema no está en esto, el problema está en el significado que le damos a esto, pues existen personas solitarias que no se sienten solas y personas que se sienten solas cuando realmente no lo están.
P: ¿La gente se aburre más durante las vacaciones?
R: Por supuesto que la gente puede aburrirse en periodos vacacionales, pero tampoco está mal aburrirse de vez en cuando, el aburrimiento también cumple su función, nos impulsa a activarnos cuando estamos estancados, a estimularnos, a explorar, a ser creativos con nuestro tiempo. Si te fijas ¿cuánto tiempo puedes permanecer aburrido?…un ratito, enseguida uno tiene la necesidad de hacer algo. El aburrimiento nos ayuda a salir de la inactividad no funcional y a sacarle partido a nuestras capacidades.
P: ¿Sigue habiendo recelos a la hora de acudir al psicólogo?
R: La estigmatización y el recelo hacia todo lo relativo a los problemas mentales sigue existiendo, pero afortunadamente cada vez con menos frecuencia. La gente es más consciente de que la salud engloba tanto lo físico como lo mental y de que estos dos aspectos son indisociables. La mente tiene que ver con lo que ocurre en el cuerpo y lo que ocurre en el cuerpo influye también en la mente y, por lo tanto, cada vez hay más predisposición a cuidar de la salud en general.
P:¿Cuáles son los motivos más frecuentes en la consulta?
R: Atiendo tanto a personas que no presentan ningún trastorno mental, como a las que sí, siendo la ansiedad y la depresión los motivos más frecuentes de consulta.
P: ¿En qué medida ayuda la terapia de pareja para mantener una relación o eres partidaria de que se produzca una ruptura en cuanto las cosas no van bien?
R: No soy para nada partidaria de que se produzca una ruptura en cuanto las cosas no van bien. Precisamente, cuando las cosas no van bien es cuando más útil puede resultar la ayuda de un psicólogo. Sin embargo, erróneamente se tiende a pensar que una pareja que atraviesa dificultades debe acudir a un psicólogo para, ante todo, permanecer juntos; pero la realidad es que para algunas parejas, aunque no para la mayoría, lo más conveniente es separarse. Y, cuando esto ocurre, el psicólogo también puede ayudar a que la separación tenga lugar de la forma lo menos conflictiva y dolorosa posible, aunque el dolor es inevitable.
P: ¿Qué hacer cuando surgen los celos, falta de comunicación, etc.?
R: Ante cualquier inquietud o dificultad que empiece a surgir en la pareja, lo principal es el diálogo, porque “hablando se entiende la gente”. La comunicación es fundamental en cualquier tipo de relación, es lo que nos permite expresarnos y, por lo tanto, lo que facilita que el otro nos entienda, y viceversa.
P: ¿Hay tantos problemas de ansiedad, fobias, angustias y estrés como reflejan los medios de comunicación?
R: Sí, hay muchas personas con este tipo de problemáticas. El contexto en el que vivimos en estos momentos es muy estresante (la pandemia, la situación económica, las restricciones, etc.) y, por lo tanto, puede jugar como factor desencadenante de patologías mentales en aquellas personas que tienen predisposición a las mismas.
La consulta de Ana Isabel García-Izquierdo está situada en la calle Cándida Cárbonell nº6, 1º, pta 3, en Denia , frente a la iglesia de San Antonio. El teléfono de contacto es el 655 21 02 32, para llamadas o WhatsApp. También se puede sacar cita a través de la página web: https://www.centrodepsicologiaresilience.es/
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Ana Isabel García-Izquierdo Peribáñez
Psicóloga y psicoterapeuta
Graduada en psicología, especializada en psicología clínica y psicopatología integrativa por la Universidad Paris Descartes (formación académica, profesional y de investigación), psicoterapeuta con un enfoque integrativo certificada por la ARS de Île de France y Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia.
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